Albareda

José Mª Albareda

El Sr. Albareda fue el primer Director que se nombró en el Instituto en 1940. Entonces el Instituto dependía del CSIC, por lo que Albareda también ocupaba cargos en esa institución. En 1941 deja la Dirección para dedicarse solo al CSIC.

Fue Catedrático de Ciencias Naturales. También fue catedrático de Mineralogía en la Universidad Central.

Documentación existente:

La documentación que aparece a continuación, corresponde a fechas posteriores a su fallecimiento, pues es la única que existe en los archivos del Instituto.




    1.   Premio de Periodismo Científico a José María Albareda. B.O.E. 17 marzo 1970. Nº 4340
   2.       Albareda y la Investigación Científica. Pedro Rocamora. ABC 4-4-69.
  3.       Documento firmado por José Navarro, Universidad de San Marcos de Lima.
  4.       Para formar parte del Patronato de la Cátedra “José María Albareda”. Firmado por José Barrio Gutiérrez.
  5.       Universidad Nacional San Marcos de Lima (Perú) Cátedra de José María Albareda. 1976. Firmado por Don Julio Rodríguez.
  6.       Carta dirigida a Don Pedro Dellmans Barcones. Firmado por el profesor D. Julio Rodríguez.
  7.       Acto de homenaje al profesor D. José María Albareda en el I.E.S. Ramiro de Maeztu. [Página 1]
  8.       Acto de homenaje al profesor D. José María Albareda en el I.E.S. Ramiro de Maeztu. [Página 2]  
  9.       Petición de imponer el nombre de José María Albareda y Herrera al primer Instituto Nacional que se cree en Madrid. Madrid, 5 de Mayo de 1966.
  10.     Petición de imponer el nombre de José María Albareda y Herrera al primer Instituto Nacional que se cree en Madrid. Madrid, 5 de Mayo de 1966.
 11,   Homenaje póstumo al profesor Albareda. “Madrid” día 27.
 12,    Homenaje a la memoria del profesor Albareda. Nuevo Diario. 28-3-68.
 13,.   Fotografía: “A José Mª Albaeda
   14.       Petición para imponer el nombre de José María Albareda y Herrera al primer Instituto Nacional que se cree en Madrid. [Manuscrito]
  15,    Homenaje póstumo en el “Ramiro de Maeztu” a Don José María Albareda. Crónica: La vida en los centros.